Entre el 60 al 70% de la población que habita Centroamérica habita en viviendas cuyas características son la falta de condiciones adecuadas de espacialidad que impliquen consideraciones de: aireación, frescura, iluminación, espacio abierto o zona verde, acogimiento y posibilidades de comunicación al exterior, sin necesidad de tener contacto físico con vecinos o visitantes.