El valor que se le da a un bien inmueble, muchas veces, es subjetivo, no necesariamente objetivo. Cuando inicié en este maravilloso mundo de los bienes raíces, las casas del centro de Mérida prácticamente te las regalaban. De repente gente muy visionaria, empezó a ofrecer esas propiedades a gente foránea sobre todo a americanos y canadienses. Ahora está costando muchísimo más y prácticamente para un yucateco es imposible comprarse una casa en ésta zona.