Neuroarquitectura e inclusión

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Jamás en mi vida tuve dentro de mis probabilidades trabajar con temas de ciudad o arquitectura, siempre mi enfoque de vida y formativo fue en la psicología. Nací en Bogotá, Colombia, en el año 1976, a mis 18 años me trasladé a la ciudad de Bucaramanga, donde realicé mis estudios de pregrado en Psicología. Viví 5 años aproximadamente en Santiago de Chile, donde ya llevaba la semilla de crear una fundación, tema que me llevó años de pensamiento y planeación. A mi regreso a Colombia conocí a Hernán Villegas, trabajador social con discapacidad visual -usuario de una perrita guía llamada Offir-, con quien en el año 2007 creamos la Fundación Unicornio. 

Nuestra primera idea era que la fundación fuera un espacio donde los niños con discapacidad se acercaran a su proceso de rehabilitación. Sin embargo, explorando y haciendo mercadeo, evidenciamos que las personas con discapacidad de la ciudad de Bucaramanga, donde residía en el momento, se encontraban literalmente “atrapadas en sus propias casa” con una ciudad topográficamente llena de obstáculos, por lo cual iniciamos la fundación con una campaña llamada «Bucaramanga Accesible e Incluyente», donde nos formamos en la normativa de accesibilidad vigente en el país, y luego visitamos diversos lugares públicos o privados, formando a la ciudadanía con la importancia de cumplir la norma. 

Fundación Unicornio | Colombia

Fue así que identificamos que los arquitectos recibían poca o nula formación en temas de accesibilidad, aún cuando estaban a cargo de proyectos que debían de ser accesibles, por lo que a iniciativa de unos estudiantes llegamos a la facultad de arquitectura de la Universidad Santo Tomás a dar una charla sobre este tema. Con el apoyo del decano de esa época se propuso una cátedra de arquitectura accesible, la cual diseñé y dirigí por siete años y medio. Desde entonces formar arquitectos se convirtió en mi pasión y en mi obsesión. 

Durante mi maestría de Neuropsicología y Educación con la Universidad de la Rioja España, me dediqué a explorar y profundizar sobre cómo los principios de la neuroarquitectura podrían mejorar los procesos de educación inclusión de las personas con discapacidad en colegios y universidades. 

Neuroarquitectura: ¿por qué?, y ¿para qué?

Existen ciudades que no se pueden ver, pero se tocan, se sienten, se palpan, se vibran, ciudades llenas de sombras y luces, de olores, de viento, de magia, de color que se toca con la punta de los dedos, de texturas que juegan en tu mente y te hacen soñar, existen ciudades que no se pueden oír, y a veces ciudades que no logramos entender, espacios laberinticos, extraños, enredados, que producen miedo, inseguridad y zozobra, existen ciudades que no se pueden recorrer, llenas de obstáculos, de barreras, de límites, los espacios no solo son lugares que ves, son lugares que sientes, que hueles, que te generan alegría, tristeza, comodidad o angustia, para poder acercarnos a estas múltiples formas de vivir el espacio, existe un concepto que nos permite conectar la neuroarquitectura y la inclusión.

¿Y entonces qué es esto de la neuroarquitectura?, por su misma composición nos habla de dos conceptos neurociencias y arquitectura, Es así como surge el concepto de la neuroarquitectura como una ciencia emergente que rescata la importancia de la influencia de los espacios en los procesos de pensamiento y cognitivos del ser humano, Vitruvio, arquitecto del Siglo I A. C., consideraba que la arquitectura debía ser una disciplina que debía nutrirse de diferentes ciencias, por tanto la neuroarquitectura se constituye como un diálogo bidireccional entre las neurociencias y el diseño y construcción de espacios arquitectónicos.

Recorridos urbanos de accesibilidad realizados por los estudiantes de arquitectura de octavo semestre, de la Universidad de Santo Tomás de Bucaramanga, Colombia.
Fotografías: Archivo Fundación Unicornio.

Y esto, ¿cómo conecta con la inclusión?

Al ser la neuroarquitectura una disciplina científica que se encarga de crear espacios acordes a las necesidades neurológicas del ser humano, es importante destacar la existencia de la neurodiversidad, en el mundo según la OMS, más del 15% de la población mundial tiene algún tipo de discapacidad, es decir que, si cada una de esas personas tuviera uno o dos familiares, podríamos decir que más del 40% de la población mundial se encuentra afectada de forma directa por la discapacidad.

Teniendo en cuenta estas cifras, todos los proyectos arquitectónicos deben tener en cuenta la accesibilidad y el diseño universal y allí cobra gran importancia analizar las necesidades neurológicas tanto de la población neurotípica como la población neurodiversa y con diversidad funcional.

La mayoría de las ciudades en Iberoamérica son herederas de un pasado urbanístico en el que no podían preverse las necesidades futuras, por tanto diseñar ciudades accesibles sobre ciudades llenas de barreras arquitectónicas requieren primero de una formación que acerque al arquitecto a cómo vive y se desplaza una persona con discapacidad, cómo interpreta el espacio una persona ciega o una persona sorda o cómo sortea obstáculos una persona usuaria de silla de ruedas.

3 de diciembre, Día Internacional de las Personas con Discapacidad

Menos del 10% de las facultades de arquitectura en Iberoamérica tienen cátedras de formación en temas de accesibilidad y diseño universal, por tanto más del 90% de los arquitectos actualmente diseñan los proyectos arquitectónicos sin tener en cuenta que sean para todos, es por esto que se torna urgente que existan más cátedras de formación, así como leyes que obliguen a que todos los proyectos nuevos, o reformas de espacios antiguos tengan en cuenta la normativa de accesibilidad, esto permitirá que los diseñadores tengan mayor conocimiento sobre las barreras y la discriminación que enfrentan a diarios las personas con discapacidad en todos los niveles de la sociedad, logrando tener ciudades más amables para todos. 

Si adoptamos las medidas oportunas para proyectar y urbanizar convenientemente nuestro espacio urbano, nos vamos a ver beneficiados todos en mayor o menor medida, ya que niños, ancianos, lesionados, embarazadas o peatones con carros de bebé o de la compra y un largo etcétera también existen.

La neuroarquitectura a pesar de llevar más de 70 años, es una disciplina emergente que requiere ser explorada y fortalecida por grupos de investigación. Es muy importante que se tenga en cuenta en las ciudades, parques, lugares públicos y privados , la generación de espacios arquitectónicos que acojan los principios de la neuroarquitectura, teniendo la certeza que el mismo espacio es un provocador de aprendizajes y vivencias significativas.

Siempre que se intervenga un espacio se debe contar con la percepción de los usuarios, es decir con la comunidad en general, escuchar a los niños, las mujeres, los turistas, las personas con y sin discapacidad, pues son ellos quienes se beneficiarán del espacio.

María del Pilar Pinzón | Fundación Unicornio

Pilar Pinzón Rueda

Psicóloga por la Universidad Pontificia Bolivariana especialista en necesidades educativas especiales, magister en neuropsicología y educación de la Universidad de la Rioja España, directora de la Fundación Unicornio, docente de especialización en neuropsicología clínica en la UDI y de la maestría en neuropsicopedagogía de la Universidad de la Costa. Conferencista internacional en temas de neuroarquitectura y educación inclusiva.