Page 28 - REVISTA 6 - MAYO 2021

Por un lado están los fraccionamientos para casa habitación en medio de la selva, es decir desarrollos de baja densidad –donde el precio del terreno ha sido muy barato– prometiendo el “paraíso en medio de la naturaleza” a sus potenciales clientes. En realidad estos cotos son “guetos” alejados y desvinculados de la ciu- dad y los servicios. No se ve ningún tipo de ordenamiento que responda a una planeación urbana y que por lo menos vincule a estos fraccionamientos entre sí mismos y su entorno para generar “comunidad”.
Pronto las autoridades se verán en la disyuntiva de tener que llevar la infraes- tructura necesaria a estos lugares apartados en vez de utilizar los recursos para mejorar y ampliar la existente en el área urbana consolidada.
Por otro lado vemos el surgimiento de torres, desarrollos de alta densidad cuyo impacto vial y ambiental, aunado a la problemática de la ventilación y la invasión a la privacidad para los vecinos inmediatos y cercanos, puede ser muy delicada. Sería deseable que hubiese un estudio serio sobre el impacto que estas estruc- turas puedan tener en los microclimas que generan a su alrededor y en la ciudad en general.
A diferencia de otras ciudades, donde las torres están ubicadas sobre avenidas prin- cipales de fácil acceso o en zonas espe- cíficamente diseñadas para este tipo de construcción, en Mérida varias están apa- reciendo sin ninguna lógica que responda a su localización. Las colonias habitacio- nales consolidadas no deben permitir de- sarrollos de alto impacto que alteren su calidad y tranquilidad de vida, que es una de las mayores bondades de esta ciudad.
Fraccionamiento abandonado en medio de la selva.
Paredes de viento- proyectos de alto impacto para su entorno.
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